De la inconsciencia, a la trascendencia. ✨

Creo que no solo hablaré por mí, sino por todas las mujeres que alguna vez se han entregado en cuerpo y alma, y han sido desposeídas, a todas esas criaturas llenas de poder y energía.

Todas sin lugar a dudas, hemos pasado por varios tipos de amor:

• El amor romántico, pasional y desenfrenado (Eros).
• El amor aventurero, cargado de diversión y de historias que podremos contar en el futuro (Ludus). 
• El amor que te acompaña, que te comprende, que se ha quedado contigo (Storge). 
• El amor posesivo, desaforado, enfermizo y consumidor (Eros/Ludus). 
• El amor que tenemos por intereses en común, posiciones sociales, practicidad (Ludus/Storge). 
• Y por último, quizás el amor que pocas han tenido la oportunidad de vivir, el desinteresado, el comprometido, el oyente, el leal (Eros/Storge). 

Cualquiera que haya sido el tuyo, en algún punto, pensaste que estabas en la cúspide, que estabas viviendo el sueño, y es bastante probable que sintieras que ese amor, era el último del que hago mención, porque así es el corazón, la mente sueña, y él se encarga de hacer que vivas eso que has idealizado (aunque sea falso), mientras, tú sigues construyendo con base a tus emociones, hasta que llegas al  terrible y en ocasiones muy doloroso momento, en el que la realidad hace presencia, y todo se desploma.

 ¿Cómo te sentiste cuando entendiste que fuiste engañada, utilizada, y posteriormente desechada? ¿qué fue lo primero que pasó por tu mente? ¿cuántos gritos encerraste para mantener la compostura y la decencia? ¿cuántas noches lloraste? ¿cuántas veces pensaste en buscar la oportunidad para volver a la persona que te hizo sentir maravillosa en algún momento, sobre-analizando los hechos, excusándole por sus acciones? Tal vez no fue ese tu sentir, quizá frustración, decepción, miedo, amargura, u odio, ¿sentiste culpa por lo que estabas experimentando? ¿pensaste que hubiese sido mejor no empezar la relación en primera instancia?

"Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado" 

(Robin Norwood - Las mujeres que aman demasiado)

 ¿De qué clase de amor estamos hablando? Del amor hacia el otro, que antepones a ti misma, aquel que te destruye, el que te va resquebrajando desde adentro. 

A pesar de todo el dolor y la insatisfacción que acarrea, amar demasiado es una experiencia tan común para muchas, que casi creemos que es así como deben ser las relaciones de pareja.

(Robin Norwood - Las mujeres que aman demasiado)

Lo que estoy compartiendo con ustedes, no es una forma de decirles que ahora no darán lo mejor de sí en las relaciones, que condenarán a sus parejas por cada error que pudieran llegar a cometer, que terminarán sus relaciones (sanas) por cualquier motivo que les parezca suficiente, que reprocharán todo o que aquellas características que ustedes ya amaban de su pareja, ahora las verán como un peligro para su estabilidad emocional, esto simplemente es una alerta, si el caso fuese que, en este momento o anteriormente, amaste demasiado. La honestidad y la introspección, son de las herramientas más poderosas que tenemos, como seres evolutivos y cambiantes, podemos determinar qué debemos mejorar, apuntando hacia el mañana.

Yo también fui una mujer que amaba demasiado, entregando todo lo que tenía. Tiempo, espacio, atención, dinero, sexo, aun mi estabilidad emocional, por conservar a mi lado a quienes creía me estaban amando. Me expulsaron del "cielo", sin reserva y con las alas rotas, caí de frente y sin retorno en el pavimento de una realidad latente, que había decidido omitir. Ya no recuerdo cuántas veces callé a mi intuición y le pedí a mi consciencia que no se angustiara, que todo estaba bajo control, luego me vi allí; maltratada, menospreciada, confundida y angustiada, con lágrimas desbordando como fuente, ácidas y amargas, estaba profundamente lastimada.

Sin embargo, en medio de esta tormenta, por fin pude comprender el poder que encierra la frase que ahora les comparto:

"Como te amas a ti mismo, es cómo enseñas a otros a amarte"

(Rupi Kapur)

Porque de acá parte todo, una mujer que se ama a sí misma, sobre todas las otras cosas y/o personas, no permitirá el maltrato, el desinterés, la apatía, las humillaciones, no permitirá que la utilicen ni que le dediquen menos tiempo del que merece, no permitirá la indecisión, ni la ambigüedad. Amarse a una misma es el más primario de todos los mecanismos de supervivencia.

Me costó mucho aceptar y reconocer que, aun con lo maravillosa que me consideraba, aun con lo inteligente, aun con lo entregada, aun con la seguridad con la que actuaba, aun con todo lo que era, tenía grandes problemas de autoestima y de visión. Tuve que ver más allá del reflejo del espejo, tuve que ahondar donde la luz no había llegado en mucho tiempo, entender mis miedos e inseguridades, aceptarlas, para trabajar en ellas; aprendí a perdonarme, aprendí a reconocerme y felicitarme, dejé de reprocharme con tanta dureza, dejé de lamentarme por lo que pude y no hice, por lo que debí y no dije, y decidí continuar, ahora más brillante.

Es probable que en el pasado se te dificultase verlo, es probable que aun ahora, lo haga; pero sé que quieres hacerlo, sé que deseas ser lo más luminoso que llevas dentro, sé que deseas reír con ganas y disfrutar cada momento, sé que deseas experimentar todo con pasión y placer. Reconoce tus fallas y debilidades, acepta lo que eres, perdónate y date la oportunidad de acariciarte a ti misma, nunca es demasiado tarde para ser lo que podías haber sido. 

Por esto te invito, a que hoy, y en adelante, te mires hermosa, te mires valiente, te mires y trates con amor, porque esto es lo que eres. Esto es lo que somos. Hoy somos más fuertes, porque:

"Nuestro primer y último amor, es el amor propio."

¡2020, TRASCENDENTAL, GRANDE Y ÉPICO!

 El 2020, sin duda, quedará grabado en la historia escrita, y en la que cada uno lleva en su mente y corazón. Inclusive si no quieres, lo recordarás, tal vez porque tuviste que culminar tu carrera universitaria o la secundaria online, y recibir un título de la misma manera, tal vez porque tuviste que terminar tu relación por la distancia, o porque iniciaste una, que hacía tus días en el encierro, más llevaderos, quizá porque no pudiste celebrar tu cumpleaños con las personas que amas, o también porque te quedaste sin empleo, tuviste que cerrar tu negocio, despedir personal o simplemente porque alguien de tu circulo familiar enfermó y esto implicó gastos en general, o porque lamentablemente alguno perdió la vida por el virus o cualquier otro motivo, seguramente tuviste que tocar tus ahorros cuando en los primeros meses la economía se desplomó, o empezaste a sentir que enloquecías en las paredes de tu hogar, o por la soledad, como es el caso de muchos; cualquiera que haya sido tu experiencia, haz crecido y experimentaste algo que probablemente nunca pasó por tu mente.

Sin embargo, permíteme felicitarte, porque no te rendiste, decidiste continuar, a pesar de todo. Deja de sentirte culpable, si abandonaste un curso, si congelaste el semestre, si subiste o bajaste de peso, si lloraste durante un largo período o pasaste mucho tiempo en las redes sociales, si te ensimismaste en los libros y no socializaste con frecuencia, si la ansiedad te estaba consumiendo y decidiste dormir muchas horas, si te alejaste de todo y todos, fueron formas de asimilar y lidiar con lo que comenzábamos a vivir, y que continúa aún en muchos países.

 Aún así, no podemos reprocharle todo al pasado año, en el mundo artístico tuvimos grandes avances, también joyas musicales que seguramente seguiremos cantando y bailando en las fiestas, en la medicina, surgieron innovaciones que aportarán bienestar a las siguientes generaciones, la tecnología avanzó de manera exponencial (para todas las ramas), la digitalización tomó un lugar importantísimo e irreversible en la sociedad, nos hicimos más conscientes del impacto negativo que tenemos sobre el ambiente y las consecuencias a las que tendremos que hacer frente en algunos años si no hacemos cambios, millones de personas volvieron a contactar con emociones que no se habían permitido en el ajetreo del día a día, incontables familias estrecharon sus lazos y los hicieron más fuertes, tal vez descubriste un nuevo hobbie, talento o habilidad que tienes, quizá tus familiares o amigos igual, probablemente tuviste más tiempo del que habías tenido nunca para conversar con personas con las que siempre haz compartido, y hasta ahora conoces aspectos de ellas de los que no estabas al tanto. 

Por otro lado, algunos movimientos que tienen años en pie, luchando y defendiendo corrientes de pensamiento, han logrado algunos de sus objetivos; también en las industrias, se han hecho regulaciones, multas multimillonarias a algunas empresas farmacéuticas y de cosméticos que experimentan con animales, clausura de empresas y comercios que vendían sus productos y servicios a precios exorbitantes, se penalizó el matrimonio infantil en India, se implementaron nuevas leyes para la defensa de la mujer en Medio Oriente, a inicios de este año, se legalizó el aborto seguro en Argentina e Irlanda, se donaron millones de dólares a obras benéficas e insumos a los países más necesitados, y podemos continuar.

 A TODOS se nos brindó una oportunidad única, que tal vez pocos habíamos vívido, y que sin duda, nos lleva a tomar decisiones radicales sobre el curso de nuestras vidas y el impacto que dejaremos cuando ya no estemos. Pudimos ver y sentir la fugacidad de los momentos, la fragilidad de la vida en sí misma, la incapacidad de protegernos (aún cuando nos cuidamos), cuando algo tan grande nos ataca, la certeza de que querías seguir viviendo, y que los más cercanos a ti lo hicieran. Sentiste miedo, cuando quizá regresabas de trabajar en entes públicos o privados que seguían funcionando en medio de la pandemia, quizá porque eres personal del área de salud, y presenciaste las miles de vidas que arrastró el virus, seguramente lo hiciste porque tienes una familia (a quienes proteger y brindar un techo, comida, vestido, medicinas), y veías tus ahorros irse y tu negocio o empleo generar menos ingresos; pero también centelleaba la esperanza, cuando cada día despertabas y estabas bien, cuando veías a los tuyos estar bien, cuando viste como los picos de los infectados bajaron y que en algunos países dejaron de surgir nuevos casos, cuando viste los cientos de emprendimientos que se posicionaron en el mercado, gracias a la adaptación que todos hicimos, quizá cuando viste u oíste los avances de la vacuna y los esfuerzos llevados a cabo para erradicar el virus o por levantar la economía, cuando cada país decretó volver a la llamada "normalidad" y sabías que podrías salir a respirar el aire fresco que los meses sin producción industrial habían dejado. 

Hoy estamos aquí (algunos en países donde aún tenemos cierto tipo de cuarentena, y otros en los que aún se está viviendo en ella), más humanos, más sensibles, más altruistas, más dispuestos, y más agradecidos de lo que alguna vez pudimos estar, porque se nos dio la oportunidad de respirar, de sonreír una vez más, de volver a ayudar a otros, se nos dio la oportunidad de seguir viviendo.

Yo estoy aquí, más aprendida, más humilde y más dispuesta a contribuir a la humanidad que tanto me ha dado.

En conmemoración a los que ya no están, y en honor a todos aquellos que han trabajado incansablemente para detener la pérdida de millones de vidas más, vislumbramos un mañana mejor.

¡Gracias por todo!